Karma: The Dark World. ¿Preparado para perder la cabeza?

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Karma

Karma: The Dark World es una experiencia intensa que trasciende el mero entretenimiento para adentrarse en el terreno de la reflexión filosófica y emocional. Desarrollado por Pollard Studio, un pequeño equipo independiente con sede en Shanghái, el juego se posiciona como una obra de terror psicológico cinematográfico que mezcla narrativa compleja, estética distópica y mecánicas de investigación profunda. Ambientado en una versión alternativa del año 1984, este título nos sitúa en una realidad donde el control mental, la vigilancia extrema y la manipulación de la memoria son moneda corriente, gracias al poder absoluto de la Corporación Leviathan.

El jugador encarna al agente itinerante Roam Daniel McGovern, un investigador que se adentra en las mentes de los sospechosos para resolver casos, descubrir secretos y, sin saberlo, desentrañar su propia identidad fragmentada. Lo que empieza como un caso más dentro de una organización opresiva, evoluciona rápidamente hacia una espiral de traición, introspección y cuestionamientos existenciales.

 

 

Este título busca no solo impactar al jugador desde lo sensorial, sino invitarte a una exploración emocional y mental poco habitual en los videojuegos tradicionales. No es solo una historia sobre el bien y el mal, sino un examen crudo sobre la identidad, la percepción de la realidad, y el precio de la obediencia ciega.

Karma: The Dark World ha sido publicado por Wired Productions. Wired Productions, con sede en Watford, Reino Unido, es una editorial independiente de videojuegos que ha ganado notoriedad por su capacidad para producir y publicar títulos galardonados en una amplia variedad de plataformas. Fieles a su lema «Motivados por la pasión», Wired Productions se caracteriza por su enfoque en la calidad y la originalidad, trabajando con desarrolladores innovadores para crear experiencias de juego únicas y emocionantes.



Acerca de Pollard Studio

 

 

Pollard Studio se fundó en 2018 y tiene su sede en Shanghái, China. El estudio está formado por 19 personas. Su objetivo es trascender las limitaciones del mundo de los videojuegos, transmitiendo emociones y experiencias que se sienten reales y profundas en el mundo virtual. Al crear juegos narrativos, quieren que los jugadores puedan reflexionar sobre comportamientos de la vida real y comprender el significado y el impacto más profundos de cada evento. Ofrecen a los jugadores una profunda sensación de inmersión para sentir emociones que tal vez no puedan experimentar en la vida real, incitando a todos a reflexionar sobre el mundo real.

Tal y como indican sus desarrolladores:

KARMA: The Dark World nació de una visión sólida: queríamos contar historias en un mundo que pudiera explorarse continuamente, explorando cómo los seres humanos se perciben a sí mismos en diferentes entornos mientras buscan el sentido de la vida. No son solo juegos, sino una puerta a otro mundo. Desde 2021, como el primer título de Pollard, hemos estado diseñando el juego en torno al pensamiento filosófico. Como su nombre indica, la causa y el efecto están entrelazados; el mundo entero se construye a través de cada línea temporal, relación entre personajes, jugabilidad, eventos, etc. Buscamos traspasar los límites de las narrativas tradicionales para crear una experiencia de juego que entretenga e inspire. No es solo un viaje virtual, sino también un mapeo de la realidad, que invita a los jugadores a encontrar sus propias respuestas en el juego.

 

Historia de Karma: The Dark World

 

La narrativa de Karma: The Dark World es uno de sus mayores pilares y se presenta de forma fragmentada, no lineal y profundamente simbólica. La historia se sitúa entre los años 1966 y 1984, un período de caos político e innovación tecnológica radical, donde Leviathan –una corporación creada por científicos soviéticos– ha instaurado un régimen de control absoluto en una ciudad europea devastada por la guerra.

El protagonista, Daniel McGovern, es un agente de campo con la tarea de acceder a los recuerdos de diferentes personas a través de una tecnología avanzada que permite ingresar en la mente humana. En apariencia, su trabajo es servir al orden, recopilar pruebas y completar informes para Leviathan. Sin embargo, a medida que profundiza en las mentes de los demás, se va desdibujando la frontera entre sus recuerdos y los de los otros. ¿Quién es realmente Daniel? ¿Está obedeciendo a Leviathan o siendo manipulado por ella? ¿Sus recuerdos son reales o fabricados?

 

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El viaje de Daniel lo lleva a conocer figuras ambiguas: superiores de la corporación, víctimas, colaboradores, e incluso versiones distorsionadas de él mismo. La IA conocida como «MADRE» cumple un rol crucial, guiando o imponiendo decisiones al protagonista. A través de fragmentos de periódicos, archivos confidenciales, interrogatorios y símbolos dispersos por los entornos, el jugador debe recomponer el relato a su propio ritmo y sacar conclusiones sobre lo que es verdad, ilusión o propaganda.

En este mundo donde la memoria puede ser editada, la verdad no es un objetivo, sino un espejismo en constante mutación. Karma: The Dark World no te da respuestas fáciles, sino que te obliga a encontrarlas en el fondo de tu propia conciencia.

 

Jugabilidad de Karma: The Dark World

 

 

La jugabilidad de Karma: The Dark World se construye sobre una mezcla refinada de exploración en primera persona, resolución de acertijos, sigilo y narrativa interactiva. No se trata de un título de acción directa, sino de una experiencia profundamente atmosférica donde el jugador debe prestar atención al más mínimo detalle para avanzar.

Cada misión encomendada por Leviathan obliga al jugador a sumergirse en los recuerdos de un personaje sospechoso. Esto implica recorrer entornos que cambian aleatoriamente –con elementos surrealistas o incluso pesadillescos– mientras se buscan pistas, se resuelven enigmas lógicos y se descifran mensajes ocultos. La mecánica de investigar no es solo funcional, sino narrativa: leer un archivo, escuchar una conversación o abrir una caja de rompecabezas tiene consecuencias en la comprensión del mundo y del pasado del protagonista.

El sigilo también juega un papel importante. En varias secciones del juego, se deben evitar enemigos o vigilancia constante de la IA MADRE. Esto añade tensión y vulnerabilidad al jugador, quien debe moverse con cautela y estrategia.

 

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Otro elemento distintivo es el sistema de informes. Al finalizar cada misión, el jugador debe entregar un informe a Leviathan. Dependiendo de las pistas recogidas y cómo se interpreten, el desenlace de cada caso –y del juego en general– puede variar.

Por último, destacan las “Puzzle Boxes”: coleccionables que, al ser resueltos, entregan contenido adicional del lore y permiten comprender mejor la estructura y motivación de Leviathan. Resolver estos rompecabezas, además de un reto mental, es una vía para expandir la experiencia narrativa.

 

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¿Qué es Leviathan?

 

 

Fundada por 11 destacados científicos soviéticos y madres de la inteligencia artificial. Su visión es utilizar la mentalidad tecnológica de la MADRE para reemplazar el régimen social existente e imponer el orden social del «Nuevo Mundo». La primera área de gestión de tecnología de prueba se ubica en una ciudad europea de posguerra. La llegada de la Corporación Leviathan ha aportado un poder tecnológico sin precedentes al corazón de la ciudad, protegiendo a la gente de la guerra, la enfermedad y el hambre. Además, ha traído consigo nuevas instituciones educativas, de construcción y educativas.

 

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En segundo lugar, Leviathan cuenta con varias divisiones subordinadas a la primera área de gestión de tecnología de prueba. La Oficina del Pensamiento se encarga de gestionar las normas de conducta pública y la tramitación de casos penales. El Instituto Winston se encarga de la investigación en física y biología. Además, existen el Departamento de Finanzas, la Academia de Formación Continua Leviatán, etc.

Para servir mejor y con justicia al público, Leviathan creó la tecnología del cerebro latente, que elimina y almacena recuerdos. Para lograr la esencia de la ciencia y la tecnología al servicio de las personas, se han esforzado por explorar las funciones humanas y los avances en bioenergía en los campos de la biología y la mecánica cuántica.

 

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Entre 1953 y 1964, la Unión Soviética experimentó un desarrollo a pasos agigantados en diversos campos, como la industria armamentística y espacial. Estos logros se basan en la tecnología de la MADRE. Esto también hace que los líderes de otros países anhelen el futuro de la ciudad o el país controlados por Leviathan, liderados por la MADRE.

Mediante diversas técnicas, impulsan a los empleados a progresar mejor, proporcionándoles medicamentos para mantener la concentración, eliminar distracciones y garantizar una productividad constante al 100 %.

 

Mecánicas en Karma: The Dark World

 

 

Las mecánicas de Karma: The Dark World están diseñadas con la intención de crear una sensación constante de desorientación, vulnerabilidad y descubrimiento. Todo se articula alrededor de tres núcleos fundamentales: exploración mental, análisis de entorno y manipulación de recuerdos.

Uno de los aspectos más singulares es el sistema de inmersión en la mente, que altera el espacio-tiempo y rompe con las leyes físicas del mundo real. Al ingresar a los recuerdos de otros, el jugador se enfrenta a escenarios inestables, símbolos oníricos y cambios abruptos en el entorno. Estas transiciones no solo aportan tensión, sino que comunican emocionalmente el estado psicológico del personaje investigado.

 

 

La interacción con el entorno es detallada. Se puede inspeccionar casi cualquier objeto, desde fotografías y recortes hasta computadoras, puertas cerradas y documentos confidenciales. Cada elemento tiene un propósito, aunque no siempre evidente de inmediato. Esta densidad de información obliga a una observación activa, premiando al jugador curioso y meticuloso.

En cuanto a los acertijos, el juego no se limita a los tradicionales rompecabezas. Muchos de ellos tienen soluciones contextuales que dependen de la memoria reconstruida, el simbolismo visual o incluso de información extraída de otros niveles. Algunas cajas pueden estar “bloqueadas” narrativamente, y solo se activan tras ciertos descubrimientos clave.

 

 

Finalmente, el juego incluye un sistema de consecuencias ligado al informe que Daniel presenta. Esto afecta cómo se percibe al jugador dentro de Leviathan y puede alterar el curso narrativo y la relación con otros personajes. La acumulación de decisiones crea una especie de “karma interno”, que se siente sutil pero impactante.

 

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Apartado audiovisual en Karma: The Dark World

 

 

Uno de los elementos más impactantes de Karma: The Dark World es, sin duda, su apartado audiovisual, que está al nivel de producciones cinematográficas gracias al uso del motor Unreal Engine 5. La calidad gráfica es impresionante: los juegos de luces, las texturas detalladas, la atmósfera densa y el diseño de escenarios construyen un mundo visualmente coherente, aunque profundamente inquietante.

El diseño artístico se basa en la estética distópica retro-futurista con claras influencias soviéticas, brutalistas y cyberpunk. Cada locación –ya sea una oficina gubernamental, un pasillo mental distorsionado o una ciudad post-industrial– transmite una sensación de opresión y desconcierto. Los espacios se sienten fríos, clínicos y simbólicamente cargados, con elementos que recuerdan al arte propagandístico de mitad de siglo y al simbolismo surrealista.

 

 

En cuanto al sonido, la banda sonora es otro pilar emocional del juego. Utiliza una mezcla de sintetizadores oscuros, cuerdas disonantes y efectos ambientales que refuerzan la sensación de paranoia, tensión e introspección. Cada momento musical está perfectamente sincronizado con los eventos del juego, elevando la narrativa sin quitarle protagonismo.

Los efectos de sonido también merecen mención especial: susurros, puertas oxidadas, pasos lejanos y frases distorsionadas refuerzan el terror psicológico. Incluso en los momentos de calma, el silencio se convierte en un elemento sonoro opresivo que anticipa algo oscuro e inminente.

Visual y auditivamente, Karma: The Dark World no solo busca impactar; pretende manipular las emociones del jugador, forzar la introspección y dejar una huella duradera. El juego no solo se ve y se escucha; se siente.



Conclusión

 

 

Karma: The Dark World no es un juego para todos, pero sí es una obra necesaria en el catálogo de quienes buscan experiencias narrativas intensas, emocionales y filosóficas. Su propuesta se aleja de lo comercial para acercarse al arte interactivo, con una historia que plantea más preguntas que respuestas y un mundo que refleja lo peor –y lo más intrigante– del alma humana.

Pollard Studio ha logrado construir un universo que no solo entretiene, sino que invita a la reflexión constante. ¿Qué es la verdad cuando tus recuerdos pueden ser manipulados? ¿Qué significa la identidad cuando estás rodeado de espejismos? ¿Vale la pena obedecer si pierdes tu humanidad?

En un panorama saturado de títulos predecibles y mecánicas repetitivas, Karma brilla como un faro de originalidad. Si bien puede sentirse abrumador por momentos, y exige una atención total del jugador, la recompensa es inmensa para quienes se atrevan a enfrentarse a sus propios demonios en este viaje mental y emocional.

En resumen: una experiencia inmersiva, arriesgada y profundamente humana, que redefine el terror psicológico moderno.

Sin duda Karma: The Dark World debería estar en tu colección de videojuegos.

 

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Karma: The Dark World

8.5 Score

PROS

  • Narrativa profunda y filosófica.
  • Ambientación inmersiva.
  • Sistema de exploración mental único.
  • Diseño artístico impresionante.
  • Subtítulos y menús en español.

CONS

  • Curva de aprendizaje alta.
  • Ritmo lento.
  • Algunos puzzles requieren un nivel de observación y lógica muy elevado.
  • Voces en inglés.

Review Breakdown

  • Jugabilidad 0
  • Mecánicas 0
  • Gráficos 0
  • Audio 0
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